martes, 7 de octubre de 2014

¿Edición o montaje?


En ocasiones se pueden oír las dos palabras como sinónimos cuando se refieren a procesos muy diferentes. Sucede también algo similar con los términos grabación y filmación, que pueden escuchar indistintamente para el proceso de vídeo y de cine, cuando ambos serían distintos. Sin embargo, el utilizar las dos palabras resulta gran utilidad porque con ellas indican los procesos previos que se acometerán, el material que se necesitará, la calidad con la que se trabajará, etc.

La edición es término referido al vídeo. Se utiliza brutos de cámara grabados en vídeo, generalmente, se unen o unían en aparatos fabricados para manejar este sistema magnético y su resultado final solía ser una cinta de vídeo con sus secuencias, efectos digitales, titulaciones, banda sonora... Habitualmente requería muchos menos procesos y unos costes bastante inferiores que los necesarios en el caso de su hermano mayor, en cuanto a calidad se refiere (Konigsber, 2004, p. 183).

El montaje, por su parte, se realizaba con película de cine, del tamaño que sea, pero siempre partiendo de una cinta fotosensible. Durante todo el proceso se podía recurrir al vídeo, pero su objetivo final era obtener una lista de corte de negativo, realizar ese corte y empalmado, añadir la banda sonora y demás acciones que permitan obtener después los positivos o interpositivos necesarios para realizar las copias que fuesen precisas (Konigsber, 2004, p. 327 y siguientes).

En el siglo XXI se ha ido produciendo una convergencia de los dos sistemas que actualmente sólo se diferencias por su resolución, no por su soporte, al ser digitales los dos y manejados con equipos que incluso pueden ser los mismos.

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